LA TAURINA, UN AMINOÁCIDO CLAVE PARA MANTENERNOS SANOS Y JÓVENES

Curiosamente la taurina es un aminoácido que abunda en nuestro organismo y es relativamente rico en algunos alimentos de la dieta habitual. No se trata por lo tanto de un aminoácido esencial que nuestro organismo no sepa sintetizar ni de una molécula escasa en la naturaleza. La taurina endógena es generada por nuestro hígado a partir del metabolismo de otros aminoácidos como la cisteína y metionina y se encuentra en proporciones destacadas en todas las proteínas de origen animal, desde las carnes hasta los huevos y lácteos
Informa Juan Carlos Mirre

Sin embargo, son numerosas las investigaciones que han detectado que, si bien la taurina abunda en la sangre de las personas sanas y jóvenes, empieza a escasear con los años, carencia que puede llegar a límites dramáticos en los enfermos.

Un grupo de 46 investigadores de distintos centros de investigación de varios países del mundo ha sido coordinados por el doctor Parminder Singh del Instituto Nacional de Inmunología de Nueva Delhi (India) para dar a conocer los resultados de varios experimentos realizados sobre ratones (Mus musculus) y monos (Macaca mulatta) a los que se les suministraron suplementos de taurina y compararon con controles sometidos a una dieta normal (enlace al final de este artículo).

En el caso de los ratones se observaron incrementos de longevidad de entre el 10% y el 25%, aumento que se complementó con notables mejoras en sus sistemas óseo y muscular.

También se midieron visibles mejoras de su sistema inmune, así como mejoras de la función pancreática y digestiva, junto con mayores habilidades cognitivas. Muy importante y para que las mujeres mayores lo tengan en cuenta es la sustancial mejora en la calidad y densidad de los huesos.

Las pruebas con monos corroboraron todos los aspectos detectados en ratones, pero lo más importante fue que se lograron identificar los efectos de la taurina a nivel celular y molecular. Así se comprobó que la taurina mantiene la actividad de la telomerasa (la enzima que protege a nuestros telómeros, los guardianes de nuestra longevidad) a pesar del incremento de la edad, favoreciendo la función mitocondrial al disminuir el estrés oxidativo derivado de sus funciones respiratorias. Otros estudios demostraron que la taurina atenúa la inflamación y los daños en el ADN celular.

Además, se comprobó que, en muchos casos de aumento de la obesidad abdominal, inflamación general, hipertensión y prevalencia de diabetes 2 hay escasa taurina en sangre, algo que también coincide con sus principales metabolitos:  hipotaurina y N-acetiltaurina. Curiosamente estos metabolitos parecen aumentar en individuos que practican deportes, algo que parece explicar los efectos anti-aging del ejercicio físico.  

En términos generales un suplemento de taurina mejoró todos los parámetros de salud en los primates y muy especialmente en la salud ósea, el metabolismo de la glucosa, la eficiencia de la función hepática y la pérdida de grasa abdominal. 

Este aminoácido se encuentra en casi todos los alimentos de origen animal, desde los lácteos y los huevos hasta todos los tipos de carnes. Entre los más ricos en taurina hay que destacar los mejillones, las almejas y las ostras. Las únicas fuentes a las que pueden recurrir los veganos estrictos son varios frutos secos y algunos tipos de algas comestibles, donde la taurina se encuentra en proporciones escasas.

Recordar a los amantes de animales de compañía que los gatos y algunas razas de perros no pueden sintetizar este aminoácido por lo que suplementar su dieta con taurina es vital para su supervivencia.

CONCLUSIÓN: tomar un suplemento de taurina es aconsejable para todos los mayores de 50 años por sus potentes propiedades anti-aging y vital para quienes sufren de problemas hepáticos (la taurina endógena se sintetiza en el hígado) y de las típicas enfermedades degenerativas modernas como son la hipertensión, la diabetes 2, la obesidad, incluyendo las neurodegenerativas.

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