Escribe el juntaletras globalista que “solo unos días después de estrenar el 2022, el 13 de enero, se conocía la desaparición de Esther López, una vecina de Traspinedo que no volvió a casa tras una noche de fiesta con amigos. Uno de ellos, Óscar S.M, propietario del turismo que, según las hipótesis de la Guardia Civil, pudo ser el que atropelló mortalmente a la joven, que fue hallada en una cuneta”.
El periodista es el único animal que tropieza todas las veces que sea necesario con la misma piedra, incluso a costa de la presunción de inocencia del tal Óscar, al que presuntamente la Guardia Civil abolló el coche para ver si así, falsificando las pruebas, cuadraba el relato oficial. El globalismo nunca va a dar su brazo a torcer y sólo informa de mentiras, lo que pasa es que la de Esther López es demasiado gruesa y repetida, es querer hacer comulgar con ruedas de molino.