Porque aproximadamente ese es el tráfico aéreo diario en las grandes ciudades con grandes aeropuertos, donde aterrizan o despegan aviones casi cada minuto. Por no hablar de los que simplemente sobrevuelan esas ciudades desde un destino A, a un destino B, limitándose a pasar por encima. Todos ellos vuelan a distintas alturas. En distintas condiciones climáticas. En invierno y en verano. Noche y día; ininterrumpidamente. ¿Cómo estarían los cielos de ciudades como Madrid, Barcelona, Londres, París, Nueva York, Los Ángeles, etc…, todos y cada uno de los días del año? ¿Siempre blancos?
Pues deberían estar perpetuamente blancos, según la lógica “oficial”. Pero el sentido común y la propia experiencia nos dicen que no es así. Hay muchos días al año de cielos totalmente azules y limpios en todas esas grandes ciudades. Ni una sola nube normal. Ni una sola “nube recta”, como desvergonzadamente han llegado a denominar a los chemtrails. ¿Qué pasa con todos esos días? ¿Se ponen de huelga todas las compañías aéreas…? ¿Solo circulan aviones eléctricos…?
A los oficialistas hay que darles en las narices con argumentos. Y en el caso de los chemtrails, este es un argumento que difícilmente pueden rebatir. Aunque no les quepa duda de que lo intentarán, con contra-argumentos de lo más estúpidos, sabedores de que la gran masa social se traga todo lo que el corrupto Sistema les ofrezca; Insectos incluidos.