ESTELAS DE VAPOR DE LO MÁS CAPRICHOSAS

A los oficialistas hay que darles en las narices con argumentos. Y en el caso de los chemtrails, este es un argumento que difícilmente pueden rebatir.
Informa José Manuel Bravo

Lo siguiente podría ser un extracto de una conversación típica entre un “negacionista del Sistema” y un “convencionalista” del mismo, después de que el primero le señale el cielo al segundo, para que observe unas estelas largas y longitudinales, que se expanden lentamente formando esa especie de dientes de sierra en su parte inferior:

– Mira. Son los famosos “chemtrails” de los que te he hablado.

– ¡No digas tonterías! Eso son las características estelas de vapor que generan los aviones en determinadas condiciones climáticas. Está más que demostrado; en la tele y en la prensa escrita lo han hecho ya numerosos expertos. ¿No creerás que en prestigiosos medios van a dar la palabra a bisoños o a deshonestos científicos, verdad?

– Ehem; pues…

– Esos, donde salen es en Internet. La prensa tradicional y erudita nos advierte cada vez más que desconfiemos de cualquier sitio de Internet, y que sigamos consumiendo prensa tradicional. Que es verídica y erudita por propia definición.

– Propia, sí. No tienen abuela… Pero, ¿no te parece extraño que cuatro o cinco aviones hayan dejado cuatro o cinco estelas de vapor que casi tapan el cielo visible?

– Extraño no, porque lo dicen los expertos. Y yo con eso me conformo y me quedo muy tranquilo.

Cielos repletos de estelas nocivas vertidas por aviones a todas horas

Resulta curioso comprobar que en determinados temas tratan de tranquilizarnos con explicaciones traídas por los pelos (en el mejor de los casos) y en cambio, en muchos otros, lo que hacen es atemorizarnos todo lo posible, aun cuando no haya pruebas empíricas que justifiquen ese temor. O ese pánico.

Saben que nos tienen distraídos con mil asuntos, unos banales y otros importantes para nosotros, como buscarnos la vida para sencillamente comer. Y entre tanta distracción, apenas prestamos atención a cosas tan evidentes y necesarias como puede ser nuestro simple sentido común. Y de simple sentido común sería pensar que, si cuatro o cinco aviones han dejado el cielo hecho un asco durante horas… ¿Qué no harán mil aviones a lo largo de todo el día?

Porque aproximadamente ese es el tráfico aéreo diario en las grandes ciudades con grandes aeropuertos, donde aterrizan o despegan aviones casi cada minuto. Por no hablar de los que simplemente sobrevuelan esas ciudades desde un destino A, a un destino B, limitándose a pasar por encima. Todos ellos vuelan a distintas alturas. En distintas condiciones climáticas. En invierno y en verano. Noche y día; ininterrumpidamente. ¿Cómo estarían los cielos de ciudades como Madrid, Barcelona, Londres, París, Nueva York, Los Ángeles, etc…, todos y cada uno de los días del año? ¿Siempre blancos?

Pues deberían estar perpetuamente blancos, según la lógica “oficial”. Pero el sentido común y la propia experiencia nos dicen que no es así. Hay muchos días al año de cielos totalmente azules y limpios en todas esas grandes ciudades. Ni una sola nube normal. Ni una sola “nube recta”, como desvergonzadamente han llegado a denominar a los chemtrails. ¿Qué pasa con todos esos días? ¿Se ponen de huelga todas las compañías aéreas…? ¿Solo circulan aviones eléctricos…?

A los oficialistas hay que darles en las narices con argumentos. Y en el caso de los chemtrails, este es un argumento que difícilmente pueden rebatir. Aunque no les quepa duda de que lo intentarán, con contra-argumentos de lo más estúpidos, sabedores de que la gran masa social se traga todo lo que el corrupto Sistema les ofrezca; Insectos incluidos.

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