Acabo de llegar de pasear a mi fiel compañera la Loba, y justo coincidía con el desenlace del partido, es decir, los penaltis. En mi mente sólo había una reacción; “Madre mía a la gente le importa una mierda lo que está pasando en el mundo”.
Seguí paseando y en un momento dado, de balcones, bares y domicilios, salía la turba gritando ¡¡Argentinaaaaa!! Oeee, oeee, oeeee… No hacía falta ser muy avispado, había ganado el mundial Argentina. Pero rápidamente he pensado, que lejos estamos de salir de este nuevo orden mundial. La gente no se entera de nada. Parece que vive en un mundo paralelo. Es más, no parece afectarles las normas, leyes e imposiciones.
Ojalá algún día, esa potencia del pueblo para con las celebraciones deportivas, se trasladen a defender nuestras vidas, la de nuestros hijos, nuestras libertades y derechos.